Acudimos a la presentación del libro TRES MANERAS DE DECIR ADIÓS, de Clara Obligado.
Reseña de Luciana.
El miércoles 6 de marzo fui al Instituto Cervantes, en Madrid, para asistir a la presentación del nuevo libro que Clara Obligado ha editado con la editorial Páginas de Espuma. En esta casa tenemos gran devoción por esta autora, en Granada se ha creado un grupo muy bonito de lectoras que también la admiran, y allí que me fui para escucharla, y así sumar aventuras para recibirla en ¡¡¡Tremenda!!! el próximo mes de mayo.
«Es mi libro de cuentos más novelístico». Clara Obligado.
TRES MANERAS DE DECIR ADIÓS, se comprende de tres cuentos diferentes, donde la autora establece tres poéticas muy distintas para que no constituyan un formato de novela. Es «un libro de ida y vuelta», como dijo su editor, Juan Casamayor -encargado de acompañar a Clara en esta cita-, en referencia a que toda la obra de la autora es redonda en sus personajes y objetos, los que se repiten o entran y salen, para darle un sentido a esa búsqueda que le ofrece el cuento a la narrativa de Obligado. Un homenaje a «esa búsqueda individual que es el cuento».
«Perder tu mundo te hace ir por el mundo llevando tu objeto». Clara Obligado.
Eso aseguró la autora, cuando explicó que una no puede traerse nada cuando se exilia. Y enseguida se respondió a si misma: «¡NO! ¡Yo puedo escribirlo todo!«. La escritura es para Clara un consuelo, esa enorme casa donde va componiendo su casa, una enorme casa. Una casa lejos de casa.
Es natural en ella remitirnos a una circularidad en sus obras, algo que dijo comprender cuando escribió EL LIBRO DE LOS VIAJES EQUIVOCADOS: «establecer una obra donde cada libro obedece a una búsqueda de un libro anterior».
Por eso, algunos personajes van y vuelven, como el de Jan (segundo cuento de TRES MANERAS DE DECIR ADIÓS), siempre en búsqueda del amor. U objetos como el camafeo, que aparece en LA HIJA DE MARX y también en TRES MANERAS DE DECIR ADIÓS. Quizá estas repeticiones responden a la pulsión de buscar (y encontrar) esa familia, esos objetos, ese mundo que se dejó atrás con el exilio.
Amigas, es cierto: leer este último libro de Clara es volver a beber de, por ejemplo, LA HIJA DE MARX (Premio Femenino Lumen, 1996, reeditado en 2023), de nuestro hilo rojo particular UNA CASA LEJOS DE CASA (Contrabando, 2020), de TODO LO QUE CRECE (Páginas de Espuma, 2021).
Clara comenzó a escribir TRES MANERAS DE DECIR ADIÓS antes de la pandemia. Luego, durante la misma, escribió ambos ensayos citados, para terminar posteriormente el libro del que hoy hablamos.
Tres maneras de decir adiós.
Este libro consta de tres cuentos que son distintos los unos de los otros pero que de alguna forma se conectan entre sí, a través de sus personajes en el pasado, presente y futuro.
En la lectura, se observa cómo se entrecruzan las distintas historias a través de un hilo narrativo que las une. Pero es la portada del libro la que ya nos anticipa algo al respecto: ilustrada por Julieta Obligado y bordada por Silvana de Tramando Taller, describe esas varias generaciones (madre-hija o abuela-nieta) que trenzan una columna vertebral que las cruza.
Cuando Clara vino a Granada a presentar LA HIJA DE MARX en la Feria del Libro de Granada en 2023 (os dejamos aquí el vídeo completo de esa presentación), la autora nos dijo que ella «escribe para escribir epígrafes»: el primero, de James Joyce, es puro amor a la literatura. El segundo, de Atahualpa Yupanqui, es puro amor a su tierra natal. Ambos, hablan de decir adiós.
Entremos en los cuentos:
El primero se llama «El Héroe». La protagonista es una mujer que abandona Madrid en busca de consuelo hacia un pueblo de pocos habitantes en medio de Castilla. Allí se va con su hijo, ambos están atravesando el duelo por la desaparición del padre, fotógrafo en busca de la mejor foto en la guerra.
En este pueblo conoce a las personas que viven en ese lugar, que son de lo más variopintos: Paula, Romualdo, Justina, la bibliotecaria, un niño refugiado de la guerra (hoy adulto). La protagonista va conociendo sus distintas vidas e historias. En este intento, nos va contando su propia vida, que está enlazada con la de estos personajes del pueblo al que se va a vivir.
Es un cuentode pérdida y de memoria histórica, que tiene varias historias reales en su composición. Historias que la propia autora ha vivido o le han contado, y que se decide valientemente a denunciar.
Quiso «darle voz a la emoción de la desaparición» : y es, quizás por ello, el cuento más íntimo que hemos podido leer de Clara Obligado.
Y no queremos olvidar ese regalo que nos hace: un compendio de plantas, flores y árboles que nos regala a medida que nos adentramos en este cuento. Conociendo su amor por la naturaleza y su activismo por la ecología, conocemos el pueblo de la protagonista gracias a la descripición de estos seres vivos. Son protagonistas, también, en este relato.
En el segundo cuento, «Tan lleno el corazón de alegría», la protagonista escribe y reescribe las historias que ella elige narrar. Va contando en primera persona su vida y la de su nieta, la de su hija, y el vínculo que tiene con un escritor, Elio, con quien vive una relación amorosa, de cariño y respeto mutuo.
Vamos conociendo la vida de estos personajes, para adentrarnos en la profundidad de este cuento, que tiene que ver con la llegada de la madurez, los vínculos materno filiales, y qué pasa con el sexo y el amor y el matrimonio cuando se llega a estas edades.
Es un cuento que revisa el pasado, donde la protagonista se pregunta si acaso debe dedicarse al quehacer doméstico, si acaso debe cuidar a su hija, a su nieta. Se cuestiona, (se) escribe y corrige.
«Pasas el resto del día preguntándote quién te obliga a escribir. Apuntas posibilidades: escribo porque no sé hacer otra cosa con gracia. Porque soy muy buena. Porque no tengo otra manera de entender el mundo. Porque no puedo contener las imagenes que viven en mi cabeza. Porque me divierte. Porque soy masoquista». (p. 62)
El tercer cuento, «El idioceno»:
«La era de los idiotas (…)
-Idiota: del griego, los que no se ocupan de lo público sino solo de sus intereses particulares». (p. 114)
Este cuento habla del futuro. Con una protagonista más joven, que está de viaje en Rusia, donde se encuentra con una situación completamente distinta a la que conoce. Una ucronía en la que el gobierno desaparece y el poder es entregado a una sola empresa (los Golden Fat) que controla absolutamente la vida de las mujeres y su fertilidad, forzándolas a procrear, a cambiar de pareja si esta no funciona. La protagonista malvive, no puede escapar de su situación debido a que su pareja es inestable, hasta qe aparece un personaje masculino que la cambia para siempre.
Así, surgen los grandes temas de la autora, como la extranjería, el amor, la escritura y la naturaleza.
Este cuento es una visión de un futuro donde Obligado nos deja preguntas abiertas: ¿Cómo será ser joven en ese futuro? ¿Quiénes serán los héroes?
«Escribir lo mejor que puedes, es pensar lo mejor que puedes». Clara Obligado.
Ya lo dijo Marta Sanz sobre Clara Obligado: «No se puede pensar ni escribir mejor». Y es verdad, porque nos transmite esa herramienta vital que es para ella la escritura. Porque piensa como la literatura piensa: en seguir pensando, sin encontrar una solución concreta. Dejándonos huella de sus interrogantes, en nuestra cabeza.
La elegancia con la que Clara escribe emociona. Siendo maestra de escritoras, nos honra haber sido una de las primeras lectoras de este libro.
Quizás, lo que más nos emociona del juego de leer a Obligado, es observar cómo teje pausadamente esa red de personas que forman parte de su familia, esa familia que elige, para conformar esa casa que busca y encuentra entre nosotras sus lectoras.