El Club de Lectura con Valeria Correa Fiz el pasado jueves 5 de octubre.

Club de Lectura con Valeria Correa Fiz y su libro HUBO UN JARDÍN.

Hoy amanecimos con resaca literaria por la noche de ayer en el Club de Lectura junto a Valeria Correa Fiz, quien vino especialmente desde Madrid a Granada para comentar su último libro HUBO UN JARDÍN, editado por la editorial Páginas de Espuma.

Hablamos de estos siete cuentos que nos han hecho viajar hacia Argentina, por estar ambientados allí (excepto uno de ellos, «Un amor imaginario», donde la protagonista es rosarina y vive en Madrid). Cuentos que Valeria comenzó a escribir antes de la pandemia y que durante ella continuó dándoles forma: «como una manera de viajar a ese país al que no podía ir», nos explicó.
El viaje, intrínseco en estos relatos.



«La luz y la oscuridad, lo comprendo ahora, pueden habitar el mismo pliegue». p.31

Descubrimos las luces y sombras del ser humano, algo que motiva a Valeria en su escritura, como un impulso hacia ella. La autora nos contó que, cuando trabajaba como abogada en la cárcel de Coronda (Santa Fe, Argentina) pudo ver cristalinamente que en la oscuridad más profunda podemos encontrar la luz más pura. Un tema que rebosa en este libro lleno de naturaleza, la más humana y la vegetal.

Cuentos donde lo inquietante está acompañado por una escritura limpia, como una lírica llena de espacios, cuerpos y situaciones límites que nos mantienen en la expectativa y en vilo, buscando esa estabilidad que no siempre encontramos y que Valeria sabe muy bien que vamos a perderla a veces.

Las lectoras, en acción.



Leyendo HUBO UN JARDÍN, sentimos estar en esas llanuras de la pampa argentina, largas y verdes («El viaje por el largo renglón de la pampa parecía no acabarse nunca» p.77), tanto como en Rosario y sus callecitas llenas de bares y edificios cerca del río (ese «marrón del Paraná», p.96). Sentimos la brisa de La Falda, en la Córdoba argentina, así como la humedad de la casa de Tía Cleo, la dueña de EL INVERNADERO DE EIFFEL, el cuento más votado por las participantes como favorito.


«La curiosidad es la madre de todo lo bueno». p.83
Disfrutamos de la visita de Valeria, gran conversadora a quien da verdadero gusto escuchar (Valeria es de esas escritoras que podríamos estar horas y horas escuchándola, por lo apacible de sus palabras así como por el amplio territorio literario que recorre en sus charlas). Declarada curiosa desde siempre, nos ha hablado de su proceso creativo a la hora de encontrar el tono para contar historias.


Como nota de color, hemos acompañado la sesión con unos alfajores argentinos y un «mate cocido«: infusión típica hecha con yerba mate que se bebe fundamentalmente en Argentina, Paraguay, Uruguay y zonas de Brasil. Como para estar un poco en Rosario, pero en el Realejo.

Agradecemos a todas las personas asistentes por su entusiasmo y participación, y especialmente a Valeria por venir desde Madrid a acompañarnos en este Club, por su calidez y el cariño que recibimos de su parte, y por supuesto a nuestra querida Páginas de Espuma que siempre nos acompaña y abraza en nuestras aventuras.

¡Hasta el próximo Club!