Reseña de AVIDEZ, de Lina Meruane.

Reseña de Luciana.

Hoy llega a las librerías, y gracias a la editorial Páginas de Espuma, este nuevo libro de Lina Meruane, reciente ganadora del Premio José Donoso (premio de literatura otorgado por la Universidad de Talca, en Chile).

Con AVIDEZ, Lina nos empuja hacia las profundidades más oscuras del ser humano, de la mano de unas mujeres protagonistas escabrosas, llenas de obsesiones, que palpitan entre lo salvaje, el hambre, el odio y el amor.

«Me levanto para indicarle la oscuridad que me sigue, le sugiero poner en venta nuestras sombras».

Tres huérfanas que buscan a su madre entre ellas mismas, dos hermanos en la misma situación que se buscan la vida por algún lado. Una madre hablándole a su hija muerta en un accidente. Una escritora desde la cárcel reflexionando sobre el género en las palabras rea, homicida, artista, quien dice que «para escribir sobre el hambre había que pasar hambre». Un grupo de chicas en un colegio inglés que deciden dar vuelta los castigos. Historias raras, inquietantes, que obsesionan, te compenetras con ellas. Y que gritan bien fuerte el lugar de la mujer (y el mal) en este mundo, especialmente en los espacios donde el machismo nos ubica, en esos lugares donde parece que no nos quieren ver.

«Solo había una forma de salir de casa, y era comiéndonos a mamá.»

Son trece cuentos llenos de turbadoras ideas salidas de las mentes de estas protagonistas colmadas de ansiedad, sensibilidad y gusto por lo perturbador. Donde los cuerpos se desdoblan, se deshacen, por esa maldad impregnada en el ser humano. Vínculos aterradores entre madres e hijas. Uñas, orfandad, traumas. Hambre y deseo, sangre y hojas de afeitar, tumbas.

Con estos relatos, Meruane no te permite otra cosa más que querer seguir leyéndola, y no parar hasta empezar el siguiente relato. Y te preguntas si lo que estás leyendo está pasando. Vuelves a la página anterior y sí, claro que está pasando.
Lina nos lleva por los fondos de una humanidad rota que intenta salir de ese interior quebrado y, fundamentalmente, nos pide que reflexionemos sobre el lugar que ocupamos las mujeres en un mundo machista donde el mal nos atraviesa.